En Telefónica llevamos un tiempo trabajando en nuevas propuestas de valor que plasmen todo el potencial de nuevas tecnologías como Internet of Things (IoT), Big Data, Inteligencia Artificial, 5G, Blockchain o Edge Computing, entre otras. Creemos que cuando combinamos estas tecnologías sus capacidades se disparan y nos abren un mundo de nuevas oportunidades: nace un concepto que llamamos: AI OF THINGS

Desde Telefónica Tech, el holding de Telefónica que engloba los negocios digitales de Cloud, Ciberseguridad, Iot, Big Data y Blockchain, queremos transmitir que con AI of Things unimos las capacidades del mundo IoT con las de Inteligencia Artificial para conectar aún más las cosas con las personas. Esta conexión nos acerca y nos inspira para crear nuevas y mejores soluciones. Impulsamos la combinación de talento, soluciones e innovación para crear experiencias más humanas y positivas. El poder no está en tener datos, sino en lo que haces con ellos. Nuestra intención es transformar el ADN de millones de compañías convirtiéndolas en catalizadoras de la nueva era digital. Ayudamos a nuestros clientes a tomar decisiones basadas en datos para mejorar la vida de las personas y de sus negocios.

De manera similar a aquel cuento en el que dos duendecillos se alían para ayudar al zapatero a tener una vida mejor, nosotros vemos cómo la Inteligencia Artificial y las tecnologías IoT y Big Data suman sus fuerzas para que “las cosas planeen cómo ayudarnos y hacernos la vida más segura, eficiente, sostenible y humana”.

Vamos a ver una explosión de cosas conectadas y cómo nos ayudan de manera autónoma. Podremos sentir cómo nuestro hogar se adapta para hacernos sentir mejor si se detectan alteraciones en nuestro estado de salud o anímico: la temperatura ambiente se ajustará a los valores óptimos para nosotros, la temperatura del café y las tostadas estarán justo a nuestro gusto, incluso el volumen de la televisión se ajustará automáticamente para que las noticias nos lleguen de la manera más cómoda posible.

Estamos viviendo un momento increíble de transformación en muchos sentidos. Hasta hace solo unos años las soluciones tecnológicas se centraban en sensorizar maquinaria, elementos físicos, herramientas, vehículos, etc. con el objetivo de ser capaces de “ver” lo que de verdad estaba pasando y actuar en consecuencia. Era un tiempo en el que tener un panel de control (dashboard) era una aspiración muy interesante de gran parte de los negocios. Las fábricas, la gestión de flotas de vehículos de todo tipo, los comercios o espacios de atención al cliente, las propias ciudades o el campo y la minería… todos ellos se empezaban a transformar digitalmente a través del uso de lo que conocíamos como Internet de las Cosas. Los operarios observaban la realidad (como, por ejemplo, ese motor que vibra más de lo normal, por dónde deberían pasar mis repartidores para ser más eficientes, cómo se ha conservado un medicamento o alimento en una cadena de frío) y ejecutaban acciones correctoras.

En paralelo a la explosión del IoT ha ido surgiendo otra gran revolución tecnológica: El uso de datos como fuente de conocimiento y de decisión. La capacidad de un tratamiento cada vez más rápido y más complejo de grandes volúmenes de datos (el consabido Big Data), junto con nuevas técnicas de aprendizaje artificial (como el Machine Learning, DeepLearing, Generative Learning…) nos posicionaba ante un salto cuántico. Tras él, las cosas, esas cosas inanimadas pero conectadas, empezaban a aprender y a decidir de manera más autónoma, más eficiente, más segura y más sostenible.

Y llega el siguiente paso: la Inteligencia Artificial…de las cosas. Las cosas son capaces de aprender, compartir información entre ellas y tomar decisiones de manera casi desatendida. El dashboard no era más que una representación de la realidad y de cómo las cosas se ayudaban entre ellas para gestionar de manera más eficiente un negocio, ayudando de manera desinteresada a todo tipo de verticales.

Y no es que todas estas cosas tengan que tener una increíble potencia de cálculo, sino que este ecosistema de cambio se apoya en otros pilares tecnológicos que van naciendo de manera adyacente a esa combinación de IoT y Big Data/AI. Aquí nos apoyamos en palancas como:

  • La inmediatez de las nuevas tecnologías de conectividad, como el 5G, que aportan grandes anchos de banda y latencias mínimas.
  • La flexibilidad y escalabilidad de modelos de despliegue en la Cloud, junto con la distribución de capacidades de cálculo más cerca de las propias cosas (como el Edge Computing).
  • Modelos cada vez más avanzados de analítica predictiva (las cosas saben lo que va a pasar) y prescriptiva (las cosas nos indican qué hacer para que ciertas cosas pasen o no).
  • Modelos de computación distribuida (swarm intelligence, inteligencia de enjambre) en los que, de manera similar a una colonia de hormigas o de abejas, pequeñas piezas de información distribuida entre muchos sujetos (en este caso, nuestras cosas conectadas) son capaces de generar un valor superior.

Y así es como veremos cómo nuestros coches conectados hablan con otros coches y elementos de la ciudad para generar ese modelo de tráfico conectado que hará las ciudades mucho más cómodas y seguras. Cómo las nuevas propuestas de AI of Things nos van a permitir ahorrar miles de euros en recursos mediante motores que se ayudan entre sí para ajustar su rendimiento y eficiencia, que piden mantenimiento con mucha antelación ante fallos que no van a poder reparar, y hasta indican cómo evolucionar la planta de fabricación para adaptarse a los cambios en la demanda. Nos vamos a acostumbrar a ver todo tipo de avances en todo tipo de sectores:

  • Desde esas fábricas conectadas más inteligentes y flexibles a soluciones de movilidad basadas en datos recabados por miles de coches.
  • Desde soluciones de cuidado de pacientes utilizando métricas predictivas a mejorar la calidad de los cultivos de manera eficiente.
  • Desde la personalización de toda experiencia de cliente a las mejoras en la sostenibilidad integral de las ciudades.

Desde Telefónica llevamos mucho tiempo trabajando muy duro (y seguiremos haciéndolo) para impulsar esa inteligencia conectada a las cosas con el fin de ayudar a las organizaciones a tomar decisiones que mejoren la vida de las personas. Nosotros entendemos AI of Things como una forma de dejar que las cosas planeen cómo ayudarnos a hacernos la vida más segura, eficiente, sostenible y humana, en todos los ámbitos. Y en la que nosotros podamos dedicarnos a lo que de verdad nos diferencia y conforma nuestra verdadera esencia: inventar, construir, ser creativos, emocionar y emocionarnos, hacer reír… En definitiva, se trata de conectarlo todo para dedicarnos a vivir.