La concienciación de la sociedad y su adaptación para superar los principales cambios globales como son las pandemias y la contaminación, han acelerado las medidas y la modificación de patrones de comportamiento, ajustando normas y medios tecnológicos para afrontar el nuevo entorno. Además de las adaptaciones individuales (mascarilla, confinamiento, distancia social, gel hidroalcohólico…), están todas las adaptaciones que afrontan empresas y administraciones para poder controlar y minorizar los efectos perniciosos de estos cambios globales que afectan a la salud de las personas y al planeta.
Pasamos el 90% de nuestro tiempo bajo techo. Incluso sin contar los hogares, desarrollamos la mayor parte de nuestras actividades en el interior de edificios: trabajo, comercio, sanidad, ocio, alimentación… Al ser espacios comunes donde la distancia social se reduce, apremia tomar medidas para controlar parámetros que conviertan el inmueble en un entorno saludable, seguro y sostenible.
Cómo transformar un edifico en inteligente
El auge de la tecnología IoT ha propiciado el abaratamiento de los sensores que se utilizan para trasformar un edificio en inteligente y eficiente. Si a los beneficios para la salud de los empleados, de la imagen reputacional y la Responsabilidad Social Corporativa, le añadimos los ahorros en bajas laborales y gastos por pérdida de productividad anual cuando no se trabaja en condiciones ambientales óptimas, habremos convertido el coste de la domotización del edificio, en una inversión rentable.
Estos tres sensores ayudan a la transformación inteligente de un edificio:
- Sensor de Calidad del Aire
Aunque los principales parámetros que se suelen medir son: Temperatura, humedad, CO2, PM2.5 y TCOV; también hay sensores que pueden medir: intensidad de luz, nivel de ruido, presión, ozono, NO2, radón, PM4, PM1.0, UVA… Este tipo de sensor permite saber si la ventilación es correcta y si se cuenta con condiciones de aire saludables.
- Control de Aforos
El control de aforos permite mantener la distancia social adecuada en los puestos de trabajo y racionalizar el trabajo hibrido (teletrabajo y presencial), para un mejor manejo de la situación COVID, preservando en primer lugar la salud de los empleados, y evitando en segundo lugar, las pérdidas ocasionadas por el absentismo laboral.
- Consumo eléctrico
Se puede monitorizar y controla el gasto energético en tiempo real.
Cruzando datos de consumo eléctrico, ocupación de salas y puestos de trabajo, y calidad del aire, podemos automatizar la regulación de luz y temperatura con el consiguiente beneficio económico y medioambiental. Por supuesto esta regulación será más eficiente si la integramos con la tecnología IA (Inteligencia Artificial) para conseguir patrones y predecir necesidades, potenciando la sostenibilidad.
Plan de recuperación, transformación y resiliencia (España Puede)
El segundo pilar esencial del Plan de Recuperación: RENOVACIÓN, abarca distintas inversiones orientadas a mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y privados, y el desarrollo de entornos de vida y sistemas de medición inteligentes. El Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, estará dotado con más de 6.800 millones de euros.
Paralelamente, para por promover la eficiencia energética de los edificios de la Administración en España, existe la iniciativa Plan de Transición Energética en la Administración General del Estado. Con un presupuesto de 1.000 millones de euros, permitirá promover el ahorro y la eficiencia energética y fomentar la utilización de energías de origen renovable en los edificios e infraestructuras de la Administración General del Estado.
Según el gurú Jonathan Penndorf, de The American Institute of Architects (AIA) : “En la construcción, la salud y el bienestar es la nueva sostenibilidad. El objetivo es hacer que nuestros espacios sean físicamente más saludables para la gente.”
La generación de actividad productiva responsable y eficiente, no es exclusiva de oficinas y áreas de trabajo o instituciones píblicas, sino que es perfectamente aplicable a hospitales, centros comerciales y tiendas, polideportivos y gimnasios, cines, teatros, museos… Si al pasar delante de un restaurante nos muestran un monitor con los niveles en tiempo real de calidad de aire en el interior del local, tendremos un aliciente para entrar a cenar, preservando la salud.
Virginio Muñoz Gutiérrez, Director de Desarrollo de Negocio en Open Ideas y miembro del Grupo de Internacional de Autelsi.
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