El Gobierno de Galicia supo ver desde muy pronto la oportunidad que representa una implantación de los avances tecnológicos a medida que se van produciendo, para así adaptarlos a sus necesidades específicas. Porque la modernización tecnológica es especialmente necesaria y oportuna en una región como Galicia, que parte de unos condicionantes como su alta dispersión demográfica, su complicada orografía, el mantenimiento de amplias zonas rurales o una altísima esperanza de vida que conlleva un envejecimiento de la población. Además, comparte los objetivos globales de transformación social, así como de desarrollo de sectores estratégicos o autóctonos. Una adecuada y estratégica transformación digital reduce las distancias e iguala las condiciones de vida y oportunidades en un contexto como el descrito.
En este momento, la Xunta de Galicia está inmersa en la puesta en marcha de su tercera agenda digital. Las dos primeras se centraron más en esa eliminación de las distancias y barreras, a través del despliegue de redes de telecomunicaciones, en la configuración de unos servicios públicos adaptados y en la disposición de una población preparada para asumir esos cambios. Sobre esa base, esta tercera agenda, la Estrategia Galicia Digital 2030 (EDG2030), enfoca más sus esfuerzos en el uso de las tecnologías al servicio de las personas y de los sectores productivos y en que toda la población, las empresas o los profesionales accedan a estas ventajas independientemente de donde vivan o trabajen.
El punto de partida es una Administración digital preparada para asumir todo el peso de sus funciones y las necesidades de relación con la ciudadanía; una sanidad que aprovecha al máximo las ventajas de la transformación y lo hace con vocación universal; una justicia plenamente digital; una Educación que está a punto de alcanzar el objetivo de que el 100% de las aulas tengan dotación tecnológica avanzada; unos servicios sociales capaces de utilizar al máximo las tecnologías para la atención a personas mayores o con discapacidad en residencias u hogares; o un territorio inteligente dotado con la infraestructura necesaria para una gestión basada en la monitorización y la economía del dato.
En este escenario, la Xunta ha apostado por una visión estratégica basada en el uso y desarrollo “a medida” de las tecnologías de alto impacto de una forma prácticamente simultánea a su desarrollo global. Para seguir haciéndolo, en este momento es necesario, desde la vanguardia, dejar claros los criterios éticos y los objetivos para esta implantación, a través de iniciativas como la Ley Gallega para el Desarrollo e Impulso de la Inteligencia Artificial; el diseño de un Plan Regional para la promoción de la inteligencia artificial; la creación de un pacto por los derechos digitales de la ciudadanía; la puesta en marcha de una Estrategia Gallega del Dato, o el establecimiento de un programa específico para el impulso del sector TIC. Porque para ese desarrollo simultáneo y adaptado es necesaria la especialización tecnológica y la disposición de un sector productivo y de servicios tecnológicos capaz de asumir esos retos.
Al mismo tiempo en que afrontamos los retos normativos y de planificación estratégica y adaptada, estamos desarrollando iniciativas para el uso de las tecnologías que ofrezcan a la ciudadanía servicios más eficaces, más personalizados y accesibles. Empezando por la propia Administración digital, a través del desarrollo de soluciones de automatización o robótica; de la mejora de los canales de relación con la ciudadanía, de la carpeta ciudadana y del modelo de identificación digital; o de la extensión en el uso de las soluciones de tecnología Cloud.
En cuanto a la gestión del territorio, el Gobierno de Galicia está desarrollando un gemelo digital y cuenta ya con una infraestructura que permitirá la sensorización.
Galicia ha apostado también de forma decidida por el desarrollo de la inteligencia artificial como motor del crecimiento. Además, desde la Administración somos conscientes de su importancia para la automatización de procesos, el análisis predictivo y la personalización de los servicios. De acuerdo con este objetivo, la Xunta cuenta con un acuerdo marco ambicioso para impulsar el uso de tecnologías disruptivas en el sector público, en el marco del programa GobTech para la promoción de programas de innovación en la Administración. Optamos también a acoger la sede de una de las factorías de IA anunciadas por la Comisión Europea.
Debemos, así mismo, aprovechar las capacidades y el conocimiento acumulados en el Centro Gallego de Supercomputación (CESGA). También necesitamos mantener nuestra posición avanzada en el ámbito de la Ciberseguridad, con iniciativas como el Centro de Ciberseguridad de Galicia (que se construye en Ourense) o el Programa de Innovación y Competencia en Ciencias de la Salud, Transporte Inteligente, Industria Conectada y Excelencia Operativa”, en el que Galicia participa junto con Cataluña y la Comunidad Valenciana.
En definitiva, Galicia tiene clara la importancia singular de la modernización tecnológica en la región, que afronta con una visión estratégica en permanente revisión y actualización al servicio de las personas y la economía y teniendo en cuenta las necesidades específicas del territorio y la población.
Julián Cerviño Iglesia – Director de la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia- Amtega. Consellería de Hacienda y Administración Pública. XUNTA DE GALICIA
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