Juan Andrés Pro Dios

Empleado de  El Corte Inglés desde hace  más de 30 años, es en la actualidad su Gerente y  Director corporativo de Sistemas de Información.

Matemático, especialista en Investigación Operativa y Estadística, es ponente y conferenciante habitual en foros relacionados con la tecnología y la matemática aplicada.

Colabora con distintas universidades en el desarrollo de másteres y cursos en dirección de T.I., Big Data, Planificación Estratégica de las TIC y Arquitecturas Empresariales.

Vicepresidente de AUTELSI, Asociación empresarial de Usuarios de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, órgano consultivo de ámbito privado del Ministerio de Industria y de la SETSI. Miembro de los grupos de CIO´s de la IADS (International Association of Departments Stores) y de la National Retail Federation norteamericana.

¿Puede describir brevemente sus responsabilidades en el Grupo El Corte Inglés?

Desde hace diez años soy el director corporativo de Sistemas de Información. Esta responsabilidad incluye la dirección de la tecnología en el ámbito de todas las empresas del Grupo El Corte Inglés y en Financiera El Corte Inglés (participada en un 51% por Santander Consumer Finance).

Asimismo, me honra dirigir los centros de analítica avanzada del Grupo, pioneros en el sector y en los que se agrupan las disciplinas tradicionales del Business Intelligence y la Minería de Datos con la algoritmia de la matemática aplicada y de la economía cuantitativa además de la Inteligencia Artificial.

¿Cómo está impactando la crisis del Sars-Covid 19 que vivimos?

Nuestro Grupo desarrolla su actividad mayoritariamente en España y Portugal. Y, en este sentido, nuestro negocio se está viendo afectado en relación directa al impacto que los efectos derivados del coronavirus están teniendo en la economía y en la sociedad en general.

La confianza de nuestros clientes ha hecho que hayamos crecido espectacularmente en el canal online y en alimentación, pero las consecuencias que los estados de alarma tienen en el comercio ha tenido impacto en nuestras tiendas físicas… también en nuestra agencia de viajes. ¡Pero hemos aprovechado el tiempo!

Durante los últimos 10 meses hemos desarrollado en su máxima expresión el concepto de omnicanalidad, innovando tecnológicamente con la implantación de sistemas híbridos operacionales que interactúan en tiempo real con modelos de optimización basados en nuestro big data para, a través de un nuevo mallado logístico, surtir cada línea del pedido de un cliente desde donde mejor se le pueda prestar el servicio. Así, hemos convertido todas y cada una de nuestras tiendas en centros de fullfilment de pedidos online apoyando la labor de nuestras plataformas centrales de distribución. Ello nos ha posibilitado, entre otras cosas, lanzar a finales del verano pasado nuestra App con la tarifa plana para el servicio de entrega en 2 horas de más de medio millón de artículos en 54 ciudades de nuestro país… y más cosas que ahora no puedo desvelar pero que, en los próximos meses, estarán en el mercado.

El Grupo El Corte Inglés siempre se ha caracterizado por su espíritu pionero e innovador y durante estos meses hemos reflexionado sobre nuestra actividad empresarial, reordenado ideas, optimizado procesos y detectado oportunidades de mejora en todos los campos. Las consecuencias de todo este trabajo se van a ver muy pronto.

¿Cuáles son las prioridades de su presupuesto TIC para este año?

En el mundo del comercio son tres los temas a considerar. La nueva plataforma de comercio, la transformación de la logística, y el desarrollo omnicanal de nuestra cadena de suministro. Por supuesto también hay que tener en cuenta la mejora en el conocimiento y la comunicación con nuestros clientes y nuestra eficiencia operativa.

En el mundo del viaje, vamos a terminar de implantar el nuevo back y mid office y, como no, mejorar su omnicanalidad y desarrollar una nueva plataforma de comercialización de viajes.

En el Grupo hemos apretado el acelerador, encabezados por nuestra presidenta y por nuestro consejero delegado. Y en 2021 vamos a impulsar nuestra oferta comercial, la calidad y el servicio y, también, la tecnología. Es por ello que existen múltiples e interesantes programas de transformación tecnológica en todas nuestras empresas y muchos de ellos verán la luz a lo largo de este año.

¿Es la seguridad una de sus principales preocupaciones?

¡Siempre lo ha sido!, entendiendo la seguridad como la suma de la integridad y consistencia de la información corporativa, su confidencialidad y su disponibilidad. Desde que en 1999 asumí la responsabilidad de los Centros de Proceso de Datos del Grupo, la seguridad de la Información es la esencia de mi trabajo. Toda la producción de la información, toda la ingeniería de los sistemas en una instalación del tamaño de la nuestra, gira en torno a estos conceptos.

En relación a la ciberseguridad ¿Qué medidas está tomando para controlar las amenazas?

Las máximas posibles. Al igual que mis colegas de otras grandes corporaciones, invertimos en tecnología especializada para prevenir los incidentes, analizamos contextos y riesgos, y trabajamos para mitigar los impactos si los primeros llegaran a producirse. También invertimos en formación de nuestro personal.

Estamos viendo lo que sucede a diario en este ámbito y sacamos conclusiones. Es necesario dotar de inteligencia a los sistemas, correlacionar eventos e inferir acciones de manera automatizada. Sistematizar la respuesta, también.

¿Ha cambiado su rol como CIO por los efectos de esta pandemia?

No. Taxativamente en mi caso, no. Lo que ha cambiado es la percepción del valor de la tecnología en la sostenibilidad de la empresa y la capacidad de liderazgo que ha de manifestar en un caso de crisis.

¿Se ha acelerado el proceso de transformación digital en su grupo de empresas?

La transformación digital exige la asunción del cambio que supone para la sociedad la adopción de la tecnología de la información y las comunicaciones de manera masiva. Y ello exige en las empresas y en las Administraciones Públicas un cambio en la manera de relacionarse con clientes, proveedores y empleados; un cambio en la manera de hacer las cosas, en los procesos y, también, en la tecnología que los soporta.

Pero nada es tan importante como el cambio cultural que exige esa transformación. Lo de siempre: personas (clientes y empleados), procesos y tecnología. Por fortuna, la cultura de nuestro Grupo siempre se ha caracterizado por contemplar estos conceptos. Forman parte de nuestro ADN y desde ese punto de vista, las dificultades derivadas de la pandemia no han hecho más que reafirmarnos en nuestros valores.

Pero nada es tan importante como el cambio cultural que exige esa transformación. Lo de siempre: personas (clientes y empleados), procesos y tecnología.

Ahora bien, desde el punto de vista de la tecnología, la empresa española ha llevado a cabo un ejercicio masivo de aplicación tecnológica al puesto de trabajo y lo hemos realizado por la fuerza de los hechos. Desde luego, el teletrabajo, que ha sido posible gracias a la extensión y calidad de las redes de telecomunicación existentes en este país, ha transformado la forma en la que desempeñamos nuestra actividad. Y de esta realidad, se derivan otras estrategias y otros muchos planes que estamos analizando y preparando.

Soy de los que piensan que la realidad a partir del 2020 no será la misma que en 2019, y hemos de correr para adaptarnos a los cambios y hábitos que se atisban en la sociedad. Por tanto, todas las empresas y Administraciones Públicas estamos acelerando nuestros procesos de transformación… y creo firmemente que quien no lo haga, estará condenado al fracaso.

Hay una serie de tecnologías de las que se habla constantemente: cloud, inteligencia artificial, blockchain, IOT… ¿Qué planes tiene su empresa con respecto a estas tecnologías?

Desde hace muchos años, tenemos la visión de que lo importante es el proceso de negocio a mejorar, no la IT por la IT. De esta manera aplicamos la tecnología más adecuada a los fines para los que rediseñamos o mejoramos el proceso de negocio.

¿El cloud? No es una obsesión para nosotros; lo consideramos un habilitador de la mejora del proceso. En todo caso, no estamos en aquello del “viaje al cloud” porque sí. El cloud nos ofrece agilidad para implantar nuevas soluciones y testear su validez (yo hablo del pop-up IT) o nos sirve de facilitador para mejorar cuestiones que en el “on premise” nos dificultan su ejecución… pero ¿sus costes? Se lo comento desde la perspectiva que da el disponer de casi un 20% de la capacidad instalada en IaaS o de casi un 15% en PaaS.

De la IA ¿qué hablar? ¿qué hay de nuevo en ello? Para una persona con formación de matemática aplicada y de estadística como yo, no hay casi nada nuevo desde el punto de vista del modelo científico desde finales de los 80 del siglo pasado. Piense usted que, a principios de los años 90, El Corte Inglés ya disponía de una red neuronal para predecir la venta diaria a corto plazo en uno de sus centros. Su desarrollo se debe, sin duda, al aumento de la capacidad de proceso de la IT y… principalmente, a la bajada de sus costes, lo que la hace aplicable a los problemas cotidianos de la sociedad en general. Pero no se olvide que, a día de hoy, la IA solamente permite la toma de decisiones simples sobre modelos heurísticos en ambientes de incertidumbre en los que el aprendizaje de la red evita la modelización y el ajuste periódico de ésta. Nosotros la utilizamos de manera natural.

Blockchain como tecnología nos está sirviendo desde hace un par de años para el seguimiento de algunos pedidos de extremo a extremo, donde había un amplio margen de mejora en el servicio al cliente. Desde el proveedor hasta el domicilio del cliente, hemos conseguido la trazabilidad que buscábamos.

¿La inversión en las mismas en una prioridad presupuestaria en estos momentos?

En nuestra casa la prioridad la marca siempre el proceso de negocio que se quiere mejorar o implantar, independientemente de la tecnología utilizada. Nuestros presupuestos atienden a tres criterios básicos: el “run the business”; lo necesario para soportar el crecimiento de la organización, y aquello que requerimos para llevar a cabo la transformación de nuestra actividad o que nos habilita a desarrollar nuevos negocios. Seguimos criterios de clasificación tecnológica para la renovación de nuestras infraestructuras TIC de CPD´s y de las tiendas.

Desde sus años de experiencia en el sector TIC y siendo uno de los CIO’s de referencia en él y en nuestro país ¿Qué consejo puede dar desde el punto de vista estratégico?

A los CEO´s, que inviertan en tecnología. Una inversión bien hecha en tecnología reporta ciento a uno a la empresa. Que especialicen a sus equipos profesionales de IT en el negocio; es más, que empotren tecnología y negocio, no son cosas distintas. Una empresa ágil exige equipos interdisciplinares que compartan conocimiento y talento. Eso de “yo soy técnico” y “yo soy de negocio” es antediluviano; de cuando los expertos informáticos se vestían con bata blanca y hablaban en una jerga rara, de cuando los equipos de IT se encerraban entre cristales o paredes y se afanaban en operar los sistemas… siempre junto a las máquinas ¡y siempre ajenos al devenir cotidiano de la actividad empresarial!

Una empresa ágil exige equipos interdisciplinares que compartan conocimiento y talento

Ese tiempo pasó y, por fortuna, los principios modernos de la arquitectura empresarial han integrado los conceptos de arquitectura de los procesos empresariales, de los datos corporativos y, por último, de la infraestructura tecnológica necesaria para soportar y escalar todo ello. Estos tres conceptos, unidos al conocimiento del cliente y de los proveedores y de las geografías o canales donde se desenvuelve la actividad económica en cada caso o circunstancia, son la esencia del negocio. Así lo creemos en nuestro Grupo.

No existen tecnología y negocio como dos entes separados. Trabajar en el equipo de tecnología de una organización es la mejor de las atalayas para conocerla tanto de manera transversal como vertical. Y gobernar los datos, analizarlos y comprender la información que encierran, la mejor herramienta para la toma de decisiones. Las mejores organizaciones disponen del suficiente talento como para soportar la simbiosis de los conceptos “negocio” y “tecnología”.

¿Tiene su área de negocio algún plan específico para impulsar la incorporación de la mujer con formación STEM?

En nuestra área de negocio, la formación en ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas es necesaria para afrontar con éxito los retos a los que nos enfrentamos. Y es una prioridad que siempre hemos cuidado tanto en los procesos de selección de nuestros profesionales como en su formación interna. Pero también son necesarias otras competencias profesionales como el trabajo en equipo, el liderazgo, la oratoria, las técnicas de redacción o de presentación y defensa de ideas, el análisis de problemas, la resistencia ante la presión en el trabajo… La mayoría, son competencias que se adquieren en la formación primaria y secundaria y, como no, en el hogar familiar. Más próximas a las disciplinas humanísticas.

Queremos personas honestas, comprometidas con su trabajo, con el equipo y con la empresa y, por supuesto, con el talento necesario para desempeñar cada función; en tecnología desde luego contamos con el mejor talento STEM. Si son mujeres o hombres no es lo trascendente. Lo trascendente es que sean las personas idóneas para desempeñar su trabajo. En todo caso, sí me gustaría destacar que El Corte Inglés fue pionero en negociar y firmar ya en 2008 un Plan de Igualdad, y que el compromiso actual de la empresa es incrementar la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad. Al menos el 50% de los nuevos puestos de mando serán ocupados por mujeres a finales de este ejercicio, frente al 47% del año pasado.