Los CIOs sabemos gestionar muy bien las (tele)comunicaciones y de hecho éstas se encuentran muchas veces en el nombre de las unidades TIC del Sector Público -también en el nombre de Autelsi– pero lo que no está claro es que sepamos gestionar la comunicación de nuestra aportación a las organizaciones y en general a la sociedad. (Sobre comunicación y comunicaciones)
Si como se ha dicho “Si no comunicas, otros lo harán por ti”, está claro que la “venta” de lo que hacemos debe ser una prioridad más -tan importante como conseguir que todos los servicios TIC estén operativos 24×7- y me temo que la intensidad del día a día nos hace olvidarnos del valor de lo que hacemos, de nuestra aportación a la sociedad, por lo que no está mal que recordemos la situación de vez en cuando.
En el aspecto económico, podemos empezar con una predicción del Word Economic Forum que afirma que el 70% del valor creado en la próxima década se deberá a modelos de negocio basados en plataformas online digitales. También podemos citar de esta misma institución, la predicción reciente de que la inteligencia artificial será uno de los principales factores para la creación de 78 millones de empleos netos en 2030.
Podemos continuar con datos nacionales, pues el INE publicó en 2024 que la cifra de negocios de las empresas del sector TIC alcanzó los 124.316,9 millones de euros en 2022, con un crecimiento del 12,8% respecto al año anterior, muy por encima del resto de sectores.
Hablando de política, resulta que uno de los temas prioritarios del nuevo presidente de EEUU es ni más ni menos que las criptomonedas -e incluso las stablecoins– y que éstas están en las páginas de información general de los medios y no en las páginas de tecnología.
En España, el Gobierno con participación de varios ministros acaba de anunciar en el evento HispanIA 2040 el sistema Alia, la IA española para procesamiento de lenguaje natural (lenguas co-oficiales) que tiene voluntad de ofrecer la misma calidad que sistemas similares en inglés.
Y en tercer lugar, podemos pasar al aspecto medioambiental y sostenibilidad, donde se estima que la que la industria vinculada al IoT podría alcanzar un valor superior a 12.000 billones de dólares, a nivel mundial, en 2030, con aplicaciones tales como la optimización de la gestión energética, la agricultura de precisión y en general la economía circular.
Si hacemos una breve referencia a las Administraciones Públicas, podemos citar el impacto social y económico en las empresas del Kit Digital (3.000 millones euros) o el Plan de Impulso de Datos Sectoriales (300 millones euros).
Gran parte del éxito de estas iniciativas se debe a los equipos TI dirigidos por un CIO que aúna visión estratégica del negocio, conocimiento tecnológico y habilidades de gestión de equipos humanos. Hay pocos oficios tan exigentes.
Ante esta situación, resulta llamativo que se cuestione el CIO como factor de transformación digital y haya que “complementarlo” creando los Chief Digital Officers, las oficinas del Dato, unidades de impulso de la IA, las unidades de ciberseguridad separadas de las unidades TIC, las oficinas digitales y así más.
Eso significa que los CIOs no nos estamos “vendiendo” ante nuestros órganos directivos.
Decía Oscar Wilde que “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.” Lo primero está claro que lo tenemos, así que vamos a ver si sabemos cómo contarlo. En fin, más comunicación y menos comunicaciones.
Carlos Maza Frechin, Director de Digitalización y Tecnologías de la Información del Tribunal de Cuentas, miembro del Grupo IA de AUTELSI
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