Gestión de Talento

José Manuel Inchausti
CEO de MAPFRE Iberia


El talento es clave en cualquier compañía y en MAPFRE se gestiona de una forma natural y apoyado en grandes programas corporativos, de digitalización y de carrera profesional, que se refuerzan con otros programas específicos, destinados a promover un liderazgo actualizado, digitalizado, versátil y flexible, en un marco de transformación constante.

En la compañía tenemos muy presente que la gestión del talento es, sobre todo, una tarea directiva. Y así lo hemos entendido siempre los ejecutivos de MAPFRE, que sabemos que una parte muy importante de nuestra labor es contribuir al desarrollo de las personas que trabajan en nuestros equipos, darles un proyecto profesional y, también, muy importante, dejarlas que se equivoquen, como nos dejaron a nosotros en su momento. En ese sentido, todos los directivos somos como una extensión del responsable de recursos humanos para nuestros equipos.

En la compañía tenemos muy presente que la gestión del talento es, sobre todo, una tarea directiva.

En MAPFRE somos más de 30.000 empleados en todo el mundo, en España más de 10.000, y gestionar organizaciones tan amplias, en países con culturas tan distintas y equipos tan diversos no es sencillo. Pero podemos decir orgullosos que somos un ejemplo de éxito.

Para MAPFRE las personas siempre han estado en el centro de la estrategia. Estamos en un mundo cada vez más digital, conectado y cambiante, pero no olvidamos que detrás de esta digitalización y transformación están las personas y tendremos que ayudarlas a recorrer el camino, porque el éxito o fracaso de una compañía está condicionado a lograr que todos los equipos sean capaces de adaptarse a los nuevos entornos.

Uno de los objetivos en la gestión del talento es contar con personas alineadas y comprometidas con el propósito de la compañía, con nuestra cultura y valores y potenciar las capacidades técnicas, globales y transformacionales que les permitan su desarrollo profesional y personal. El objetivo principal es que los profesionales sigan siendo los protagonistas de la evolución de la empresa.

Estamos en un mundo cada vez más digital, conectado y cambiante, pero no olvidamos que detrás de esta digitalización y transformación están las personas

Hoy las compañías tenemos grandes retos, no solo de negocio, sino también en el ámbito de la gestión del talento, porque la sociedad global en la que vivimos genera cambios muy rápidos y está en constante transformación, apalancada en la digitalización que todo lo acelera.

Han pasado muchas cosas en los últimos tres años, entre ellas una pandemia, y los modelos de negocio y la gestión de personas se tiene que ir adaptando a las nuevas realidades que nos toca vivir y que nos exigen cada vez mayor flexibilidad, eficiencia, productividad…

En este complejo entorno, según indican estudios recientes como el elaborado por Randstad con la CEOE (tendencias RRHH 2023), las empresas debemos afrontar, desde el punto de vista de la gestión de recursos humanos, retos como el creciente déficit de talento en el entorno laboral, especialmente de perfiles cualificados, el aumento de los niveles de rotación y la necesaria fidelización del talento. Estamos viviendo momentos excepcionalmente complejos y debemos impulsar cambios organizativos para adaptar nuestra operativa a la situación actual, poniendo foco en la productividad, la eficiencia y la innovación tecnológica.

En este contexto, además, como decimos, un desafío principal para 2023 y años venideros será encontrar el talento adecuado y fidelizarlo

En este contexto, además, como decimos, un desafío principal para 2023 y años venideros será encontrar el talento adecuado y fidelizarlo, a través de mejoras del clima, remuneración competitiva, flexibilidad (tanto en condiciones de oferta como en criterios de selección) y atractivo como empleador.

Además, hay perfiles estratégicos, como los tecnológicos, que están en el punto de mira de todas las empresas y retenerlos con un proyecto atractivo a largo plazo es también un gran reto. La rotación de estos perfiles es alta, aunque nuestro índice en este caso está por debajo de la media.

Llevamos varios años demandando perfiles relacionados con el mundo digital, con la analítica de datos, la ciberseguridad y otro tipo de puestos que van surgiendo a raíz de los cambios tecnológicos y digitales. Como decía, actualmente hay cierta escasez de este tipo de perfiles, y esto alimenta una “burbuja” en su entorno, pero estoy seguro de que, con la ayuda de las universidades y escuelas de negocio, y a través de programas colaborativos universidad-empresa, cada vez será más fácil contar con estos perfiles.

En MAPFRE hemos trabajado siempre en este sentido, porque entendemos que la gestión del talento pasa también por una interlocución adecuada entre entorno académico/empresa y por una colaboración estrecha con el mundo insurtech. Todo debe estar cohesionado. De hecho, en 2022 estamos redefiniendo un nuevo Plan Universidades que incidirá más aún en esta relación.

También somos conscientes de que deberemos trabajar, de forma cada vez más personalizada, variables como la flexibilidad laboral, la movilidad, los beneficios sociales, el autoaprendizaje, el reconocimiento o las políticas retributivas…

La gestión del talento es cuestión de combinar diversidad, conocimiento ad hoc y autoconocimiento, habilidades, confianza, autonomía, implicación, compromiso y motivación, porque todo ello contribuirá al crecimiento personal y profesional del equipo y de la empresa.

Por otro lado, en empresas como la nuestra es un reto encontrar un equilibrio entre la gestión del talento joven, con unas necesidades y una visión de la empresa diferente, y el talento senior, que tiene experiencia, pero también otras necesidades vitales que debemos escuchar y atender. En MAPFRE trabajamos por integrar a todas las generaciones, con programas que persiguen que los trabajadores de diferentes edades convivan, colaboren y se enriquezcan unos a otros.

.. en empresas como la nuestra es un reto encontrar un equilibrio entre la gestión del talento joven, con unas necesidades y una visión de la empresa diferente, y el talento senior, que tiene experiencia..

Para nosotros es prioritario preocuparnos porque la gente esté bien en la compañía, que esté bien en MAPFRE, que el talento se quede y no quiera irse. A mí, personalmente, cuando puedo me gusta hablar con las personas que han decidido marcharse de la compañía para conocer las razones de su decisión, porque sus motivos deben servirnos de acicate para mejorar.

La clave para MAPFRE y para cualquier compañía es la retención del talento. Si combinamos el mejor talento -personas con conocimiento, ganas y empuje-, con nuestra cultura, medios y posibilidades y con nuestra presencia internacional, todo lo demás deben ser oportunidades que nos ayuden a salir más reforzados en este entorno de enorme complejidad e incertidumbre.

Toda la gestión del talento conecta directamente con el liderazgo, que igualmente debe evolucionar y adaptarse al contexto. El liderazgo en el mundo actual también ha de ser diferente, inclusivo y diverso.

En MAPFRE somos conscientes de que quedarse como hasta ahora no es una opción y que la responsabilidad e implicación de los líderes es crucial para cambiar las cosas. Necesitamos la mejor versión de nuestros líderes para transformar la compañía y el nuevo proyecto de liderazgo que desplegaremos próximamente nos ayudará a conseguir este objetivo.

Tenemos las piezas del puzzle y debemos colocarlas de la forma adecuada que exige el momento.