Desde Telefónica, y como socios protectores de Autelsi, damos la bienvenida a la revista AutelsInsights, un nuevo proyecto que celebramos y en el que estamos encantados de colaborar. Estamos seguros de que esta publicación, en la que compartiremos información y análisis, será muy enriquecedora no solamente para todos los socios sino para todo el sector, en un momento decisivo, lleno de desafíos.
Hemos vivido un año que nos ha obligado a dar respuestas rápidas, y en el que la prioridad de la compañía ha sido garantizar las comunicaciones, algo indispensable en una emergencia sanitaria global de estas dimensiones. En una situación extraordinaria y totalmente inesperada, las redes de telecomunicaciones se han convertido en esenciales y nuestros equipos han trabajado en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias y los agentes sociales para dar una respuesta responsable al país. En ese contexto, Telefónica no fue una parte del problema sino una parte esencial en la solución del problema. Cuando el mundo físico tuvo que cerrar sus puertas, la conectividad mantuvo abierto el mundo digital, convirtiéndose en la columna vertebral de la economía y de la sociedad.
España y todos nosotros hemos demostrado resiliencia, robustez y el país ha sido ejemplo para otros en muchos aspectos. A nadie se le escapa que, desde mediados de marzo hasta finales de junio, nuestra forma de vida habitual pasó de ser fundamentalmente analógica a ser casi 100% digital, sometiendo a las redes de telecomunicaciones, principalmente Internet y la red de datos, a un estrés que nunca pensamos que tendrían que soportar. Y todavía seguimos haciendo uso intensivo de las redes.
Durante los tres meses de la primera oleada, nuestra compañía registró un crecimiento en su tráfico de Internet equivalente al de todo el año pasado (35%, versus un tráfico acumulado del 30% en el 2019). La red pudo con ello porque llevamos años invirtiendo en la que ahora es la mejor red de fibra de Europa y una de las más avanzadas de comunicaciones móviles, lo que representa una ventaja competitiva como país muy relevante. Hay que destacar que España es el único país sin problemas de conectividad entre los más afectados por el Covid-19. Telefónica había hecho los deberes y estaba preparada para dar respuesta en niveles óptimos de calidad, aunque nadie esperaba lo que llegó. Ni nosotros ni ninguna compañía o gurú mundial.
El año pasado vimos cómo las previsiones y tendencias de consumo de voz y datos se modificaban como consecuencia del Covid-19 y de una nueva normalidad que se va a quedar en gran medida. El resultado es sencillo: un mayor uso de la red móvil, tanto en voz como en datos, y un incremento en las llamadas del teléfono fijo y uso de Internet, tanto en particulares como en empresas. Junto a ello, mayor digitalización. Y ésta requiere que las empresas impulsen los servicios de Big Data, de Cloud, y refuercen la seguridad. La Ciberseguridad no solo es vital para las empresas, sino que podemos afirmar que es uno de los pilares tecnológicos para construir las sociedades seguras del mañana.
Como vemos, hablamos de muchos cambios de tendencias que se han producido en poco tiempo, y que nos conducen hacia una digitalización para la que estábamos preparados y que se ha impuesto rápidamente como consecuencia de la modificación de hábitos de vida por la situación sanitaria. Muchas personas se han visto obligadas a teletrabajar de forma repentina en el último año, y han podido hacerlo. El puesto de trabajo digital, cuyos beneficios pregonábamos en el ecosistema empresarial antes de que se manifestase la crisis sanitaria, y que iba teniendo cada vez más adeptos, despegó definitivamente con el confinamiento y sigue en curva ascendente hoy en día.
Esas nuevas circunstancias nos llevaron al límite, en el mejor y más valiente sentido de la palabra. Nos llevaron a ser más osados, y hemos visto cómo se puede trasladar un contact center a las casas de los operadores sin necesidad de interrumpir el servicio. O cómo las soluciones de big data y de elearning podían ayudar a identificar las localidades con mayor número de infectados o a dar continuidad a la educación y al aprendizaje.
Especialmente en el último trimestre de 2020 tuvimos oportunidad de ver cómo se ha acelerado la transformación digital de las empresas. La pandemia nos ha metido en un túnel del tiempo y nos ha llevado cinco años adelante en el proceso de digitalización de las compañías que mejor saben adaptarse.
En el caso de las empresas medianas y pequeñas, las PMYES, la digitalización no es que sea urgente, es que es lo único que garantiza su viabilidad. Hace que mejoren su eficiencia y rentabilidad en torno a un 20%, y les permite capturar todas las oportunidades. El reto que tienen tanto estas como las grandes empresas está en combinar el factor humano y tecnológico para ofrecer un servicio de atención diferencial, y para ello es importante impulsar el talento digital. El 15% de los puestos de trabajo demandados actualmente no se cubren, por eso es importante capturar este tipo de habilidades para el sector y formar a los equipos actuales para obtener las capacidades digitales necesarias para el futuro, a través de programas de reskilling, como estamos haciendo en Telefónica.
Otro de los grandes cambios que se han producido de manera rápida en este último año es el impulso del 5G, disponible ya en casi el 80% del territorio nacional gracias al despliegue intensivo y rápido de Movistar en los últimos meses. El 5G nos ayudará a contar con un entorno hiper conectado que dará lugar a nuevas mejoras, como la telemedicina, el coche conectado y autónomo, la agricultura en remoto y en espacios cerrados que eviten la influencia del cambio climático, o la celebración de eventos desde cualquier parte del planeta y prácticamente en tiempo real.
Además, en 2025 Telefónica no sólo habrá cubierto de fibra óptica el 100% de España con iniciativas de colaboración público-privada, también ejercerá el liderazgo internacional en implantación de la tecnología 5G. Es nuestro compromiso y nuestra forma de servir a la sociedad.
En definitiva, como hemos ido señalando, esta situación sanitaria ha acelerado la digitalización de la sociedad de forma irreversible. Nos ha demostrado que no hay una vida analógica y una digital, sino que son la misma cosa. Desde Telefónica celebramos el gran consenso que se ha generado en torno a la importancia de la digitalización y la conectividad para acelerar la recuperación económica post Covid. Este proceso de transformación, siempre de la mano de la sostenibilidad, y la ayuda que para ello necesitarán las empresas, las administraciones públicas y las instituciones, recibirá además un apoyo clave con la llegada de los fondos europeos. Distribuirlos con celeridad y eficiencia acorde con las necesidades es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante. En este sentido, Telefónica se ha puesto a disposición de la Administración aportando propuestas concretas para ayudar desde nuestra experiencia y conocimiento del entorno tecnológico.
Estamos convencidos de que este es en un momento apasionante lleno de desafíos y con muchas oportunidades para nuestro sector. El mundo ya ha cambiado y no volverá a ser como antes. En este nuevo mundo, Telefónica tendrá un papel clave como catalizador de la digitalización. Hemos contribuido decisivamente para que nuestro país haya podido funcionar durante el año de crisis sanitaria, favoreciendo la conectividad de empresas, administraciones públicas, hospitales, colegios y hogares. Y seguiremos haciéndolo, siempre atendiendo en primer lugar a las necesidades de las personas, porque conectados todos estamos mejor y somos capaces de continuar superándonos. La misión de Telefónica de «hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas» ha cobrado más relevancia que nunca.
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