Las redes de telecomunicación, en concreto la fibra óptica y la 5G, son una parte esencial para el desarrollo de la Sociedad de la Información. Desarrollo que garantizará el crecimiento de nuestra economía, su productividad, el empleo y la calidad de vida de los ciudadanos.

Conseguir que el despliegue de fibra y 5G sea accesible a todas las empresas y ciudadanos es por tanto de vital importancia.

Pero actualmente hay dos singularidades del sector que afectan negativamente a su desarrollo. Nos referimos al comportamiento deflacionario del mismo y a su sostenibilidad a medio y largo plazo, consiguiendo entre otras acciones que las grandes plataformas contribuyan a la inversión en redes.

– En los últimos años, el sector Telco es el único sector europeo que ha experimentado una caída general y continuada de los precios. Esta caída se ha visto reflejada en todos los principales servicios, como el servicio telefónico fijo, el servicio móvil y la conexión a Internet. Sin embargo, los operadores hacen frente a una fuerte subida en sus principales gastos operativos (energía, servicios, logística, etc). La consecuencia es que una gran parte de los operadores tiene rentabilidades negativas y por tanto no pueden mantener el ritmo inversor necesario para mantener a Europa en una posición de igualdad con otras potencias tecnológicas como USA o China. Mientras que en USA hay tres operadores y en China dos, en Europa hay cerca de cincuenta con red propia y un sinfín de virtuales. En España concretamente, la situación es si cabe más comprometida con un sector deflacionario instalado en una guerra de precios descomunal.

Por tanto, el modelo regulatorio europeo, que fue aprobado hace décadas para la liberalización del sector, y que establece principalmente el número de competidores y su efecto en la reducción de las tarifas para los consumidores, ya no es viable, ni sostenible, y está causando más daño que beneficio para la población europea. Esto provocará que Europa se quede atrás en la innovación, impidiendo la creación de nuevos servicios digitales y soluciones para los usuarios y empresas. En definitiva, este marco regulatorio europeo requiere una revisión urgente.

-Al mismo tiempo, las operadoras reclaman la contribución justa para la sostenibilidad de la red. El debate sobre la contribución justa de las grandes plataformas de contenidos comenzó en Asia y se extendió a Estados Unidos y Europa. Diferentes regiones están tratando de resolver este fallo de mercado, un paso imprescindible para poder garantizar la provisión de conectividad necesaria en el futuro y la sostenibilidad de los participantes en el ecosistema digital, pues las condiciones del mercado de Internet han cambiado en todo el mundo.

El crecimiento exponencial del tráfico de datos en Internet supone un reto para la sostenibilidad de la inversión en las redes europeas. El ancho de banda de Internet aumentó un 30% anualmente en 2020 y 2021, y esta tendencia se mantendrá en los próximos años. El streaming de vídeo, las redes sociales y los juegos representan más del 70% del tráfico de Internet, y solo seis empresas generan más del 60% del tráfico total de Internet.
El sector de las telecomunicaciones europeo solicita que se creen las condiciones adecuadas para que sea posible la negociación entre operadores y grandes generadores de tráfico de datos para el pago del servicio de transporte nacional de tráfico prestado por los operadores de telecomunicaciones sobre sus redes.

Lo que se reclama, y AUTELSI comparte, es una contribución justa y proporcionada para la sostenibilidad de la red, ya que el sector tiene que hacer frente a importantes inversiones para mejorar las redes de banda ancha y cumplir los objetivos de la Brújula Digital 2030. Una propuesta que además no amenaza ni cuestiona la regulación y los principios de la neutralidad de la red, pues no ofrece un trato desigual al tráfico de datos de los grandes proveedores de contenidos.

Las empresas de telecomunicaciones están asumiendo solas la inversión necesaria para hacer frente a la creciente demanda de tráfico, financiando la ampliación de la capacidad y la cobertura de la red exclusivamente con los ingresos procedentes de la conectividad de banda ancha y otros servicios prestados a los clientes finales. Mientras, las plataformas de contenidos digitales, conocidas como OTTs (Over-The-Top), que actualmente no compensan a los operadores de redes por el coste de entregar el tráfico a los clientes finales, tienen un modelo de negocio en el que los beneficios aumentan al entregar más tráfico.

Los operadores de telecomunicaciones europeos han invertido 500.000 millones de euros en los últimos diez años para garantizar que las redes puedan soportar este crecimiento del tráfico. Pero es necesario seguir invirtiendo para garantizar que los ciudadanos de la UE, las empresas y las instituciones públicas, todas representadas en nuestra asociación, puedan participar en la sociedad digital sin restricciones.
El sector europeo de las telecomunicaciones se encuentra en una posición financieramente más débil, lo que perjudica su capacidad de inversión en redes de fibra y 5G. Este modelo pone en riesgo la estrategia de expansión de 5G y FTTH para alcanzar los objetivos marcados por la propia Comisión Europea para la Europa Digital 2030.

El debate que han abierto los operadores es si este modelo es sostenible y debe conservarse. Este modelo se creó en los años 90, al principio de la era de Internet basada en páginas web, cuando el ecosistema estaba mucho más equilibrado que el actual y no había grandes compañías. Esto se parece poco al ecosistema de Internet de 2023, caracterizado por una Internet de plataformas, y con unas pocas empresas globales gigantes que ocupan una posición de extraordinario dominio en el ecosistema. En la década de 1990 era imposible imaginar que 30 años más tarde solo 6 empresas generarían más del 60% de todo el tráfico mundial que circula por Internet. Eso difícilmente podía estar en la mente de quienes diseñaron el actual modelo de contribuciones en Internet.

La Comisión Europea ha puesto en marcha una consulta exploratoria para recabar opiniones sobre la posible evolución del sector de la conectividad y sus infraestructuras, que estará abierta hasta el próximo 19 de mayo. Sobre la base del resultado de la consulta, la Comisión estudiará las acciones más adecuadas para el futuro del sector.

La Unión Europea no puede fracasar en la consecución de los objetivos que se ha marcado en su Brújula Digital 2030. Este sería uno de los pasos más importantes para poder conseguir realmente los objetivos marcados por la propia Comisión Europea y su Brújula Digital 2030, imprescindible para todos los ciudadanos y empresas europeas mucho antes de que finalice esta década.

En conclusión, sin un sector Telco rentable y sostenible, España y toda Europa se quedarán atrás en la carrera por el Desarrollo de la Sociedad de la Información, causando un daño irreparable a la competitividad de nuestra economía y a la calidad de vida de los ciudadanos, con más impacto en la España vaciada.

Leandro Pérez Manzanera
Presidente de AUTELSI