La revolución del milisegundo" por Beatriz Herranz Casas. Directora General de Telefónica en el Territorio Centro

Beatriz Herranz Casas
Directora General de Telefónica en el Territorio Centro


Primero fueron las llamadas a través de dispositivos móviles. Luego llegaron los mensajes de texto y la posibilidad de navegar por Internet a través de nuestros aparatos inalámbricos. Ahora, el 5G ha disparado la capacidad y velocidad de esa navegación para convertirse en una de las piedras angulares, junto con la inteligencia del dato, de esta cuarta revolución industrial de dimensiones aún inimaginables.

Sobre el tsunami digital que nos sacude y sobre el poder transformador de la tecnología versó la mesa redonda “5G e IOT: construyendo industrias más digitales y territorios más inteligentes”, que, como directora territorial de Telefónica, tuve la oportunidad de moderar en el Congreso de AUTELSI celebrado en Salamanca. Antonio Ibañez, director general de Telecomunicaciones de la Junta de Castilla y León; José Valdelvira, IT & OT Lead de EXOLUM e Izaskun Ezquer, directora IT de VISCOFAN, dieron testimonio de su visión innovadora y ejemplo del éxito en la introducción y uso de esas herramientas en la mejora de los procesos productivos y en la prestación más eficaz de servicios públicos.

Del debate, verdaderamente enriquecedor, salieron algunas conclusiones para mí básicas. Entre ellas, la necesidad de trabajar unidos, sector público y privado, como única fórmula para afrontar con éxito los inmensos retos a los que nos enfrentamos como país y como sociedad. También, la necesidad de más y mejor formación tecnológica para nuestros ciudadanos y empresas, apostando por el reskilling de empleados y por una mayor flexibilidad en las estructuras de administraciones y empresas que favorezca la incorporación de nuevos perfiles digitales. Y la más importante: la obligación de poner siempre al cliente, al ciudadano, en el centro de nuestra actividad.

Porque el fin último de la tecnología no es otro que ayudar a construir un mundo más próspero, justo y sostenible. En resumen: un mundo mejor. Y esa es, también, la misión de Telefónica. Trabajar por y para las personas. Ofrecer la mejor conectividad, gracias a nuestras redes de fibra y 5G y, sobre ellas, los mejores servicios para las empresas, las administraciones y los ciudadanos. Revertir gran parte de nuestros ingresos en Innovación y apostar por la formación digital desde las aulas, apoyando el emprendimiento. Porque de nada servirá esta acumulación inédita de nuevas tecnologías si no somos capaces de seguir su vertiginoso ritmo de adopción o de sacarlas el mayor provecho en favor de las personas.

Y porque ese es el objetivo de nuestro trabajo, durante mi intervención apelé al liderazgo que una multinacional española como Telefónica debe tener en la digitalización de las instituciones y en la transformación económica del país, favoreciendo su reindustrialización. Estamos trabajando en un nuevo modelo de Industria Conectada, más competitiva, en el que todas las piezas de la cadena de valor estén digitalizadas aportando información en tiempo real que permita la toma de decisiones inteligentes. Y para ello la conectividad es crítica. Por eso hemos trabajado e invertido durante muchos años para tener hoy las mejores redes It/IoT y las mejores redes 4G/5G industriales, además de plataformas avanzadas, centros de procesamiento de datos propios y acuerdos con los principales players del mundo de los hyperscalers. También reforzando nuestra apuesta por el BigData y la Inteligencia Artificial, con la adquisición de compañías que nos permiten ayudar a nuestros clientes en sus estrategias de gobernanza del dato. Y, como no, apostando por la Seguridad, clave de la supervivencia de nuestros negocios, con Excellence SOCs tanto en España como en algunos países de Latinoamérica, con tecnología propietaria en cyber-inteligencia y con centros de innovación específicos como el Centro de Innovación en Ciberseguridad Industrial de Telefónica Tech en León (C4IN). Y sobre estas capacidades propias, hemos generado un ecosistema de partners específico del mundo de la industria 4.0 y aportamos una capacidad consultiva especializada.

No muy distinta es nuestra apuesta por la Administración, con proyectos como “Castilla y León: Territorio Rural Inteligente”, del que se habló en Salamanca al ser el primer caso de uso en Europa de aplicación de la plataforma SmartCities de Telefónica en un entorno rural y que ha permitido con IoT, BigData e IA una prestación más eficiente de servicios públicos en verticales como la gestión del agua y la luz, la recogida de residuos o el turismo inteligente con cientos de sensores distribuidos por la Comunidad.

Y si hablamos de Internet de las Cosas hablamos de Edge Computing y de 5G como la tecnología que hará realmente posible conectar miles de millones de objetos suministrando información permanente con latencia cero. Es decir, que el tiempo de respuesta entre la petición y la recepción de información se limitará a un milisegundo, a la milésima fracción de un segundo y eso lo cambiará todo.

Las ciudades podrán ser más sostenibles e inteligentes que nunca y las empresas podrán definir nuevos modelos productivos con la implicación de la inteligencia artificial. Podremos viajar seguros en vehículos autónomos y que nos opere el mejor cirujano del mundo esté donde esté. Se abrirá un nuevo universo para la cultura y el ocio.

Porque el 5G no es una generación más, la quinta, de la telefonía móvil. No es una evolución; es una revolución. Por la multitud de beneficios transversales para sectores como el turismo, la energía, la automoción o la salud, pero, además, porque nos está permitiendo mejorar la cobertura de ultra banda ancha en las zonas rurales y ayudar así a la Administración a afrontar el reto demográfico.

Y Telefónica participa en esa revolución con un papel protagonista con el que apuntala su liderazgo digital y su vocación de servicio. Con el 5G llega un salto de nivel hacia la hiperconectividad y una oportunidad de oro para que España lidere la cuarta revolución industrial.

Con el 5G llega un salto de nivel hacia la hiperconectividad. Porque un milisegundo es mucho más que un nuevo tiempo de respuesta; es la respuesta de Telefónica a los nuevos tiempos.

El 5G alumbra la era del milisegundo, que pasará a convertirse en la verdadera unidad de medida temporal. Esa nueva era del milisegundo que abre Telefónica quiere demostrar algo que va más allá de la velocidad y la latencia y que tiene que ver con una visión del mundo y de la necesidad de acometer los desafíos y las oportunidades con determinación y valentía.

Poque un milisegundo es mucho más que un nuevo tiempo de respuesta; es la respuesta de Telefónica a los nuevos tiempos.