Gustavo Pego Corporate Ventures Director UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Gustavo Pego  Corporate Ventures Director

Universidad de Navarra


El sector de la moda ha experimentado una transformación radical en los últimos años, impulsada por el avance constante de la tecnología. Lo que antes era un sector basado en la creatividad y el estilo personal, ahora se ha convertido en un terreno fértil para la innovación tecnológica. Desde la fabricación y producción hasta la venta al por menor y la experiencia del cliente, la moda y la tecnología están fusionándose de formas sorprendentes, generando nuevas oportunidades y desafíos para la industria.

Lo que antes era un sector basado en la creatividad y el estilo personal, ahora se ha convertido en un terreno fértil para la innovación tecnológica.

Como siempre existen realidades sorprendentes. Expertos del sector afirman que, mientras se están produciendo innovaciones en los materiales e incluso en la forma de fabricación, muchos fabricantes y marcas muy consolidadas y de gran tamaño siguen gestionando la cadena de suministro con “éxceles” sin interconexión y ni la más mínima optimización en los procesos. La esperanza para el progreso es mucha y el campo de mejora también.

Sin embargo, y como contraste, disponemos ya de soluciones de diseño de productos de moda a partir de gustos y características personales de los potenciales usuarios. La comunicación de la información, las redes sociales, el software, la capacidad de computación y la inteligencia artificial comienzan a hacer de las suyas. Pero todavía queda mucho camino por andar.

Los saberes de otros campos

Cualquiera que esté sumergido en el mundo de la ciencia y la tecnología no puede dejar de mirar y asombrarse de la realidad del avance en la generación de saber. Uno debe admirarse del mero hecho, no tanto de la generación del mismo, sino de que la inteligente combinación de los conocimientos en diversos ámbitos es el fundamento de inesperados avances.

Llama la atención la complementariedad y el enriquecimiento que se produce, por ejemplo, entre los mundos de la tecnología y la salud. De esto parece que se puede aprender y tomar conocimiento y experiencia.

Quizá uno de los ámbitos de investigación que mayor potencial puedan tener a futuro es del de la generación y obtención de información y con ella el diagnóstico, la modelización, la simulación y la predicción y pronóstico de la evolución de la salud de una persona.

Actualmente se están realizando avances muy significativos y simulaciones del riesgo, crecimiento y comportamiento, por ejemplo, de un tumor. Y se están obteniendo resultados realmente sorprendentes y positivos, permitiendo con ello desarrollar terapias de precisión y nuevas terapias específicas con menores efectos secundarios y una mayor eficacia en la obtención de los resultados perseguidos.

Obviamente en este campo de investigación la generación, captura, comunicación, almacenado y gestión de la información son actividades imprescindibles. Por otro lado, el adecuado procesamiento de dicha información, la generación de modelos bien alimentados y optimizados permiten una aproximación extraordinaria a la realidad, permitiendo pronosticar y adelantar acontecimientos biológicos hasta hace poco impredecibles.

La información en el sector de la moda

Damos nuestros datos personales, es decir, nos registramos allá donde vamos: apps, tarjetas fidelización de clientes, hoteles, restaurantes, RRSS, wifis, … ¡hasta nuestros coches (o los de renting, o los carsharing o los Cabify) tienen información que muchas personas cercanas no disponen! Además, opinamos y compartimos nuestros gustos con terceros y en la RRSS.

Estamos en una realidad en la que nunca ha habido tanta información disponible. Cantidades infinitas de datos, que requieren procesamiento, clasificación, curado… Pero cada vez disponemos de más y mejores datos con lo que, gracias también a la barata y prácticamente instantánea comunicación de los mismos, podemos estar muy cerca de afectar relevantemente al sector de la moda.

Pero cada vez disponemos de más y mejores datos con lo que, gracias también a la barata y prácticamente instantánea comunicación de los mismos, podemos estar muy cerca de afectar relevantemente al sector de la moda.

Por ejemplo, parece que sería muy valioso para el sector aumentar la ratio de ajuste de la oferta a la demanda. Si se consiguiese se reduciría los cientos de miles de prendas que cada temporada se fabrican y que nunca una persona llega a comprar. Se reducirían con ello la sobrecarga y el impacto causado al medioambiente en cada una de las aportaciones de valor de la cadena.

Por eso, al sector le interesaría conocer cómo evoluciona el gusto de un cliente de una temporada a otra y cuáles pueden ser sus intereses de compra, teniendo en cuenta cómo se ha comportado en el pasado y los factores “ambientales” como su poder adquisitivo, las tendencias, las adquisiciones de sus amigos, la ganancia o pérdida de peso, el lugar en donde vive, los lugares a los que viaja, el clima esperado, los influencers que le afectan, los “likes” a determinados productos, etc…

Podría éste llegar a ser el primer paso hacia el diseño, fabricación y venta de precisión en el cual la adaptación a cada cliente es máxima y en el que, gracias a las nuevas tecnologías de fabricación y su versatilidad un “dark atelier” podría proveer a diferentes clientes, aunque sean las diferentes marcas las que identifiquen la necesidad precisa y personalizada del cliente y de la adaptación a sus gustos y sus marcas.

Podría éste llegar a ser el primer paso hacia el diseño, fabricación y venta de precisión en el cual la adaptación a cada cliente es máxima y en el que, gracias a las nuevas tecnologías de fabricación y su versatilidad un “dark atelier”

En esta realidad en la que vivimos muchos de nosotros, los clientes del mercado de la moda, deberíamos ser perfectamente conocidos por nuestros proveedores. Por ejemplo ¿cómo es posible que una marca no haga algo porque su cliente siempre tiene que “tocar” los bajos del pantalón? Nunca están disponibles para comprar y llevar. Una marca que ha le ha vendido varios pantalones de la misma talla, con el mismo tejido, en diferentes colores, en tienda física y por web, que tiene sus datos de ciudad, edad, etc, tiene la enorme oportunidad de aportar valor a su cliente de modo extraordinario y captar igualmente más valor de su parte precisamente por ofrecer un diferencial frente a la competencia.

Quizá el concepto de “lujo silencioso” llegue a tomar esa forma: un lujo asequible, artesano, sostenible en el que no sólo la calidad y la exclusividad estén presentes, sino el alineamiento con todas las dimensiones y circunstancias de la “buyer persona”, todo ello generando un nuevo concepto de experiencia en forma de comodidad, satisfacción y un modo de sentirse real y exclusivamente único y bien atendido.

Pero… la información no lo es todo…

La realidad virtual está presente, cada vez con mayor intensidad, en el sector de la moda. Abundan ya las salas de exposición virtuales, películas, podcast y charlas vía web, combinando sabiamente lo físico y lo digital, generando una experiencia phygital.

En un atractivo artículo, Pragati Verma, la periodista exploradora de tendencias en segmentos de negocios nuevos y emergentes, manifestaba en una reciente colaboración con Dell Technologies, que había acudido a un desfile de moda, que no era el típico. Afirmaba “No hay modelos de pasarela, tampoco hay público en vivo o celebridades en primera fila. En su lugar, los avatares digitales de los invitados entran en el Museo de Otras Realidades (MOR) para experimentar el inmersivo desfile de moda, La Tela de la Realidad, a través de auriculares de realidad virtual (VR). Se mueven por una sinuosa alfombra púrpura y entran en la sala de exposición que muestra las creaciones e historias de tres diseñadores comisariados por la Agencia de Innovación de la Moda (FIA) del London College of Fashion”

No sólo se trata de ver, sino de tocar y experimentar de manera mixta. Verma, una curiosa de las tecnologías e ideas disruptivas, afirmaba que “los visitantes pueden usar e interactuar con prendas escultóricas en salas interactivas virtuales. A lo largo de la muestra, ni los diseñadores ni los asistentes están limitados por las reglas del mundo físico. Pueden volar, flotar en el espacio o cambiar de tamaño Alicia en el País de las Maravillas. Incluso pueden entrar en la mente de los diseñadores mientras interactúan entre ellos”. Simplemente maravilloso y revolucionario.

En dicho artículo se afirma que el formato digital interactivo e inmersivo es una oportunidad para que los desfiles de moda vayan más allá de la exhibición de diseños, según Sam Field, jefe de tecnología creativa e innovación en los mercados de EMEA en el estudio RYOT. RYOT, la productora ganadora del premio Emmy de Verizon Media, creó el desfile conjuntamente con Kaleidoscope, MOR y FIA. «Pueden llevar a la audiencia dentro de su mundo. Nuestros diseñadores crearon prendas escultóricas virtuales con las que los asistentes podían interactuar, pero también crearon guiones gráficos para narrar las historias que inspiraban sus diseños», explica, «A menudo, se ven nuevas prendas y diseños, pero la historia del artista que hay detrás se pierde».

el formato digital interactivo e inmersivo es una oportunidad para que los desfiles de moda vayan más allá de la exhibición de diseños,

«Evitamos deliberadamente crear una réplica digital de un desfile de pasarela, no nos preguntábamos cómo hacerlo lo más real posible», dice Field. Tratar de hacerlo lo más real posible es el mayor escollo de los espectáculos de Realidad Virtual, continúa. «¿Por qué estar limitado por límites físicos cuando estás en un mundo virtual? Hazlo nativo de ese entorno».

De Internet of Things (IoT) y la moda… hablaremos en otro momento.