Con la llegada de la cloud hace ya más de una década, donde la TI es consumida en modalidad servicio, es decir, en sus variantes de pago por uso, muchas organizaciones encuentran en la cloud híbrida el encaje perfecto para replantear cómo construyen y evolucionan sus servicios y sistemas empresariales. La cloud híbrida es una combinación entre cloud privada y cloud pública, donde cada cliente puede decidir en qué momento interactúan ambas teniendo en cuenta la demanda de capacidad que tenga, pero ¿cuáles son los beneficios de la Cloud Híbrida?

La adopción de cloud en España se está consolidando con expectativas de alcanzar el 40% del gasto core TI en 2022 y hasta el 80% en los próximos 6 años. En un mercado tan competitivo, las organizaciones requieren combinar mayor flexibilidad con menor tiempo de provisión y reducir inversión con incrementar el control del gasto, por lo que necesitan evolucionar sus plataformas para agilizar su estrategia de crecimiento.

La protección de datos junto con el cumplimiento normativo se consideran los aspectos más relevantes para migrar a cloud, por lo que disponer de certificaciones como el ENS (Esquema Nacional de Seguridad), ISO 20000/27001 y Data Center Tier III/IV son requisitos clave para las organizaciones a la hora de migrar sus aplicaciones desde sus instalaciones, especialmente en aquellos sectores que están regulados.

Las organizaciones también demandan Servicios Profesionales que les apoyen en su proceso de transformación y Servicios Gestionados especializados en su posterior explotación, siendo el área de Managed Service Providers (MSP) una de las líneas que mayor crecimiento y demanda de especialistas para los próximos años, lo que está transformando los servicios tradicionales de hosting hacia un negocio más amplio y versátil de servicios on-demand con funciones de integrador de sistemas.

Dentro de las diferentes variantes de cloud computing (privada, pública e híbrida), la cloud híbrida combina los beneficios de la cloud pública, que habilita el acceso elástico sin inversión a múltiples funcionalidades y nuevas tecnologías, con los de la cloud privada y plataformas dedicadas, en propiedad o alquiladas, que aportan mayor personalización y control sobre las aplicaciones. Para ello, disponer de flexibilidad en las comunicaciones para mover o escalar aplicaciones repartidas entre la cloud privada y la cloud pública, y la seguridad integrada se convierten en otros pilares básicos sobre los que construir una nube híbrida con garantías.

Desde Telefónica Tech, donde ofrecen una propuesta híbrida con centros de datos nacionales, consideran que las decisiones clave sobre la cloud híbrida se deben centrar en los siguientes puntos:

  • Muchas organizaciones están priorizando los planes de continuidad de negocio y recuperación ante desastres, siendo uno de los casos de uso principales de la cloud híbrida.
  • Algunos sectores y empresas tienen casuísticas muy concretas de su negocio, encontrando en la personalización de la cloud híbrida el punto de equilibrio entre elasticidad y solución a medida.
  • Cuando para migrar a cloud pública se requiere realizar una alta transformación de las aplicaciones existentes, la cloud híbrida proporciona una manera de evolucionar en fases, alcanzando sucesivos objetivos con un menor riesgo para cumplir el plan maestro establecido. Si además existe parte de inversión on-premise aún no amortizada, junto a acuerdos vigentes, permite crecer en las nuevas necesidades a la vez que migra parcial y paulatinamente cuando es más rentable.
  • Existen aplicaciones donde los tiempos de latencia de red, el volumen de datos a procesar en origen y la necesidad de respuesta en tiempo real son críticos, por lo que son necesarias soluciones distribuidas con infraestructura próxima a la fuente, como en IoT, procesamiento de vídeo, servicios sanitarios en tiempo real, etc.
  • Los escenarios limitados para usar infraestructura compartida se pueden abordar en la cloud híbrida uniendo dos mundos: el acceso al roadmap y automatización de un modelo de servicio, junto al aislamiento que proporciona el hardware dedicado.

Por último, y no por ello menos importante, los procesos de transformación a cloud conllevan adaptar los procesos internos de las organizaciones, así como formar y entrenar adecuadamente a los gestores TI, aportando la cloud híbrida un modelo de adopción más suave si se usan tecnologías de virtualización similares a las ya disponibles en su cloud privada actual.