Buenos días, le llamamos del servicio de salud. Así saluda el Asistente Virtual Jano, pieza clave en la campaña de vacunación COVID, que está haciendo miles de llamadas telefónicas automatizadas a la población cántabra, en lenguaje natural, a través de un bot inteligente que ajusta las citas a los huecos, tipo de paciente y vacunas disponibles.

Una aplicación más de la tecnología, ya que como expresa la Organización Mundial de la Salud, «la salud digital se ha convertido en el centro de atención durante la pandemia«.

Y es que hemos pasado el último año pegados a las cifras del coronavirus. Números de contagios, tasa de incidencia, hospitalizados, población vacunada… Un recuento posible de seguir casi al minuto y que nos ha acostumbrado a leer curvas, tasas y otras formas de representación de datos, poniendo de relevancia la dificultad de obtener datos de calidad y de homogeneizar criterios e indicadores.

Está siendo un gran reto mantener bien informados a los ciudadanos y tomar decisiones de restricciones de movilidad dirigidas por datos. En este contexto la inteligencia y explotación de datos han sido un elemento imprescindible, así como lo está siendo la teleconsulta como forma clave de prestación de servicios de salud.

¿Cómo ayudan la Inteligencia Artificial y el Big Data al Servicio Cántabro de Salud?

La Inteligencia Artificial (IA) está proporcionando a la ciencia una ventaja para la obtención, en tiempo record, de tratamientos y vacunas para la COVID. El procesamiento masivo de datos y la simulación de interacciones químicas permiten avanzar contra reloj, pronosticando reacciones basadas en el genoma y el historial clínico de los pacientes. Este no es más que un ejemplo de las posibilidades de la IA, que ya en el ámbito del Servicio Cántabro de Salud está ayudando en la automatización para escalar procesos, como la lectura inteligente de resultados o de informes médicos a través de procesamiento de lenguaje natural, o el diagnóstico a partir de imágenes.

La recolección masiva de datos de calidad es clave para la investigación. Destacan los ensayos clínicos y cohortes, como el estudio poblacional que está realizando el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, junto al Instituto de Investigación Sanitaria IDIVAL, para construir un Big Data sanitario a partir de los datos de salud y analíticos de 50.000 voluntarios, avanzando hacia la medicina personalizada, predictiva y preventiva. En esta línea, hay redes de federación de datos, como el consorcio EHDEN (European Health Data & Evidence Network) en el que participamos, alimentando modelos de datos clínicos estandarizados para facilitar el análisis de grandes volúmenes de información. Esto permite preparar cohortes y predicciones que, tras ser aprobadas, podrían lanzarse en otros socios para extraer conclusiones en una red más amplia.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida conlleva una mayor prevalencia de las enfermedades crónicas. Estas enfermedades implican unos elevados gastos sanitarios y requieren atención médica continua. La telemonitorización de estos pacientes en su hogar, mediante dispositivos IoT, permite el análisis de constantes o la recepción de alertas clínicas, permitiendo atender a mayor número de pacientes e implicándoles de forma más activa en su cuidado. Es sin duda una ayuda para detectar de forma precoz posibles complicaciones y reducir las hospitalizaciones y visitas a urgencias. De nuevo, el tratamiento de grandes volúmenes de información se presenta como una oportunidad para el mejor conocimiento de la enfermedad de los pacientes y su autocuidado.

Sin embargo, la digitalización de la salud también conlleva riesgos. La incorporación de tecnología y de IA exige mayor esfuerzo para garantizar la privacidad de los pacientes y asegurar los sistemas ante posibles ciberataques, dadas las consecuencias que pueden tener en la atención a los pacientes. La respuesta a incidentes se presenta como largo camino que recorrer que gracias al talento y la colaboración entre la industria y los profesionales de tecnologías y sanitarios va dando resultados.

Rocío Montalbán Carrasco,  Subdirectora General de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios del Gobierno de Cantabria y miembro del Grupo de Calidad y Seguridad de Autelsi.