El encaje de figuras sencillas y conocidas en el TETRIS parece fácil al principio del juego. Caen despacio y da tiempo a rotarlas y ubicarlas en la posición deseada, rellenando filas completas. A medida que avanzamos en el juego caen más deprisa, y la falta de atención o reflejos provoca que acumules piezas hacia la parte superior hasta perder la partida.

¿Qué es la telemedicina?

La telemedicina facilita el contacto a distancia entre médicos y pacientes utilizando diferentes canales de comunicación. De algún modo, exige centrar la atención en los actos clínicos que se desarrollan, más allá de manejar una serie de circunstancias complementarias que pueden perturbar o favorecer la experiencia vivida. Una serie de piezas o figuras, que a modo de puzle deben encajar.

Durante los meses de confinamiento, la telemedicina fue para la mayoría de los pacientes la única opción y, según un estudio realizado este año por la consultora Deloitte, en 2021 se espera que el 5% de las visitas al médico sean virtuales en los países de la OCDE, multiplicando por 5 los niveles de 2019.

Ventajas de la telemedicina

En primer lugar, deben confluir condiciones de interés y pericia digital de pacientes y profesionales. Además, si el tiempo disponible de los pacientes es limitado, verán más ventajas en el canal online. El consumo ha ido captando adeptos al comercio electrónico, algunos ocasionales y otros más habituales. Del mismo modo, hay ciertos usuarios con mayor propensión a utilizar los medios digitales en otras facetas de su vida, y que valoran muy positivamente el acceso digital a los servicios, a través de apps de salud. En determinados procesos médicos o para ciertas comunicaciones optarían por una videoconsulta o por el intercambio de información digital, por ejemplo, para resultados analíticos, informes médicos, resultados y experiencias reportadas por el paciente – PROMs y PREMs.

La distancia física, accesibilidad y conectividad es otro factor a tener en consideración. Junto a la proximidad que ofrecen los centros de salud y los consultorios en áreas rurales contrastar la posible separación de los hospitales. Además, es una ventaja poder disponer de la capacidad de diagnóstico por un grupo de expertos disperso físicamente, que disminuya la variabilidad del sistema ante ciertas patologías. Esto cada vez es más habitual y se instrumentaliza a través de comités o grupos de especialistas que valoran los casos a través de comités virtuales. Para ello es imprescindible un despliegue de red suficiente en cada uno de los puntos de acceso, incluidos los domicilios de los pacientes para la telemedicina. En el caso de monitorización remota de dispositivos debe garantizarse su conexión al sistema y la integración de la información que generan en los sistemas de control.

Si la tecnología está disponible, tanto desde el punto de vista de conectividad como de usabilidad del software se allana mucho el camino. Es una condición indispensable para la gestión del cambio que sea sencillo establecer una conexión en el caso de la consulta por vídeo y que el acceso a los servicios sea intuitivo, permitiendo el intercambio de información en el momento deseado. Además, debe existir ayuda que apoye a profesionales y usuarios ante cualquier incidencia técnica.

Es un avance que el paciente pueda tener información sobre su situación de salud y así favorecer la prevención. Como contrapartida, no toda esta información generada en dispositivos en casa del paciente es de interés clínico, ya que puede producir ruido o sobreinformación. Debe gestionarse de forma inteligente, para discernir eventos o tendencias relevantes que deben comunicarse al sistema de salud para actuar. Solamente aquella que sea útil y pueda gestionarse, ya que de otra manera generarían una sobrecarga a los profesionales y una sensación de falsa seguridad al paciente sin lograr el objetivo de actuación al sistema sanitario. Todo ello suscitando también la necesidad de regulación más clara al respecto para que la telemedicina prospere.

En definitiva, varios elementos que deben confluir para que las prácticas de telemedicina puedan tener más presencia en los sistemas de salud, aportando ventajas en la experiencia y la seguridad del paciente, además de redundar en la sostenibilidad del sistema.

Rocío Montalbán Carrasco (@rmontalbanc) Subdirectora General de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios. Consejería de Sanidad de Cantabria. Miembro del Grupo de Calidad y Seguridad de Autelsi