Llevamos más de una década hablando de la falta de profesionales. Intentando encontrar soluciones para cubrir la alta demanda de profesionales TIC. Hemos propuesto modelos outsourcing más flexibles, o modelos de teletrabajo que permitan flexibilizar el mercado y conciliar la vida de las personas. Las empresas se están reinventando día a día con el fin de hacerse más atractivas frente a la competencia, para atraer y fidelizar al talento.

En contraposición al entorno laboral, y escalando al origen del problema, existe una alta demanda de estudiantes en las universidades o ciclos formativos para estudiar carreras informáticas, pero gran parte de esas solicitudes se quedan fuera por la falta de plazas y por la falta de profesores para cubrir la alta demanda, y además existe una alta tasa de abandono en las carreras informáticas.

El sector tecnológico en España

España está en el momento ideal para dar nuevas oportunidades al sector. Por un lado los planes de recuperación, transformación y resiliencia, con una importante inyección de fondos orientados entre otros, a la actualización de las administraciones públicas, planes de modernización, transformación digital,… Por otro lado, las tecnologías digitales disruptivas van aflorando y aumentando las cuotas de mercado y el consumo de tecnología en sectores más amplios de la sociedad. También cabe mencionar el aumento de la necesidad de bots que ayuden a la toma de decisiones y a la ayuda automatizada, que requiere de nuevos profesionales, o su reconversión, orientados a mejorar la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual o, a desarrollar los nuevos Metaversos. Sin olvidarnos, por supuesto, de que toda esta tecnología genera datos, muchos datos, que deben ser explotados e incorporados a procesamientos Big Data y a Analítica avanzada.

Todo esto, a la vez que se intenta sortear la alta demanda de chips. El desabastecimiento que estamos sufriendo de ordenadores o portátiles y que no se prevé que la oferta y la demanda se estabilice hasta mediados de 2023.

Y para añadir nuevas inquietudes, sobrevuela el fantasma de un gran apagón eléctrico que podría sumir al sistema en un caos absoluto en todos los entornos de la sociedad y por ende, de la tecnología.

¿Estamos ante una tormenta perfecta que nos aboca a un blackout tecnológico?

Veámoslo desde el punto de vista más optimista. Todas estas casualidades pueden ser el principio de nuevas oportunidades, tanto para la empresa pública como la privada, como para la colaboración público-privada. Estamos en un momento álgido del sector, que se verá impulsado por inyecciones de fondos privados y públicos. Nuevas oportunidades para los profesionales TIC, nuevas tecnologías, modernización de los sistemas, inversión en investigación, mejoras y evolución de lo que podemos denominar tecnologías miméticas (androides, inteligencia artificial, procesamiento de lenguaje natural, mundos y realidades virtuales, juegos cada vez más inmersivos y realistas, … ) en nuestro afán de imitar la naturaleza, el mundo que nos rodea y a nosotros mismos.

Hagamos del desastre la oportunidad. Veamos en los datos la solución y en la experiencia el aprendizaje. Es en los momentos más duros cuando damos el empujón, cuando resurgimos y encontramos soluciones. La gran prueba que nos llegó de improviso en marzo de 2020, y que nos obligó a hacer una transformación a marchas forzadas al modelo de teletrabajo, y a superar momentos difíciles, tienen que servir como lecciones aprendidas para poner soluciones a lo que está por venir. Todo esto debe servir de incentivo para las nuevas generaciones, para facilitar e incentivar la colaboración entre empresas, y entre empresa y administración. Con este objetivo de mirar hacia adelante y aprender de la experiencia, debería ser una solución para evitar el blackout tecnológico.

Luis Pico González, Gerente de cuenta de Bilbomática y miembro del Grupo de Salud Digital de Autelsi.