Cuando aparecía en 1992 por primera vez el término Metaverso en la novela Snow Crash de Neal Stephenson – describiendo un espacio virtual que convergía con lo físico- nadie podía prever cuanto de esta fantasía se iba a convertir en una verdadera predicción.

Sin embargo, cuando en octubre de 2021 Facebook anunciaba que cambiaba su nombre a Meta, el mercado entendió que la anunciada evolución de internet a un universo paralelo se convertía en un verdadero proyecto de negocio.

Las compañías empiezan a vislumbrar, aunque aún de forma incipiente, un nuevo mundo donde el Metaverso permitirá interaccionar con otras personas en una experiencia online enriquecida y alternativa a la del mundo real, a la vez que con el entorno y con los objetos que existan en él, y donde el límite solo vendrá marcado por la mente humana, la creatividad de las empresas y los habilitadores tecnológicos que tengamos a nuestra disposición.

Pero ¿por qué no se ha puesto en marcha este proyecto antes si está tan claro el caso de negocio? ¿Qué ha pasado para que de repente el término Metaverso se convierta en un hot topic?

Dos son los aspectos principales que han influido en la generación de la tormenta perfecta, ambos necesarios e interdependientes entre sí y sin los cuales el negocio del Metaverso simplemente no podría desarrollarse: El ecosistema tecnológico y la Experiencia del usuario final.

1.   El Ecosistema tecnológico

Puede que hasta hace poco muchos de nosotros tuviéramos la idea de que Metaverso equivalía a experiencias de Realidad Extendida, Virtual, Aumentada o mixta, o incluso lo asimiláramos a experiencias de Gaming como Fortnite, Minecraft, Second Life o Pokemon go. Y la verdad es que no íbamos desencaminados ya que Metaverso es la suma de todo lo anterior y mucho más.

El Metaverso no solo consiste en transformar la manera en la que vemos el mundo virtual, sino cómo participamos e interaccionamos en él. Y para crear esa experiencia en los infinitos universos es necesario un complejo ecosistema tecnológico que cubra aspectos tan importantes como almacenamiento, potencia de proceso, nuevos dispositivos que habiliten nuevas experiencias aumentadas o de realidad virtual, IoT, replica de elementos físicos al Metaverso..

Pero adicionalmente hay otros dos elementos imprescindibles y sin los cuales el universo de los universos no tendría sentido: La Conectividad y las Arquitecturas Descentralizadas.

Conectividad y arquitecturas descentralizadas

Cuando hablamos de conectividad nos referimos tanto a Fibra óptica, para transferir grandes cantidades de datos a larga distancia con la latencia más baja, como a 4G, 5G o 6G.

El Metaverso por definición debe ser ubicuo, lo que significa que debe estar disponible en todas partes. La conectividad xG se constituye como el método para democratizar el acceso a todos ellos y recibir datos de las plataformas, productos y servicios del Metaverso. Y sobre todo, garantizando una experiencia de usuario ‘real’.

Es aquí donde las Telcos tienen un papel fundamental como actor principal de este ecosistema digital, conjuntamente con empresas tecnológicas que habiliten arquitecturas descentralizadas basadas en nubes híbridas, micro-servicios, Edge Computing o Blockchain, y aplicando modelos avanzados de Inteligencia Artificial que agilicen la creación de activos del Metaverso y permitan una mejora continua de la experiencia.

2.   La Experiencia

La experiencia que debe proporcionar el Metaverso debe garantizar tres aspectos fundamentales:

  1. Experiencias ‘reales’, sincrónicas, en vivo y sin latencias, tanto en el mundo digital como en el físico.
  2. Concurrencia ilimitada de usuarios, que permita al mismo tiempo proporcionar a cada usuario un sentido individual de ‘presencia’.
  3. Interoperabilidad y persistencia sin precedentes, a nivel de datos, artículos, activos digitales, contenido.

El objetivo es que los usuarios sean capaces de consumir un volumen de información brutal que les garantice una percepción ‘real’ en el mundo ‘virtual’, desde sus propios dispositivos ‘individuales’ pero formando parte de una experiencia ‘grupal’ y social y que pueda abarcar ámbitos tan variados como educación, shopping, entretenimiento, medicina, viajes, field services, finanzas, eSports.

Y es aquí donde el concepto de identidad digital y persistencia de la misma se convierte en el verdadero reto a vencer, con estándares todavía por definir que van a regular las reglas de interoperatibilidad en los mundos virtuales.

Blockchain se ha presentado como la gran solución a la interoperabilidad en el Metaverso. El problema se centra en cómo gestionar las credenciales garantizando identidades persistentes no solo de los avatares, convirtiéndolos en tokens no fungibles en los tránsitos entre mundos virtuales, sino también de habilitar herramientas y estándares para autenticar cualquier activo virtual en la cadena de bloques. Y esto afecta a los NFTs y cualquier operación o transacción que necesitemos hacer en el mundo virtual, incluido el movimiento de dinero y activos financieros que precisen multiplataforma.

Y por supuesto, en el nuevo universo virtual todo gira en torno a la experiencia y las capacidades de las interacciones que se habiliten dentro del mismo. Es por ello que, por ejemplo, IBM plantea el Experience Design’, alrededor del cual gira la definición iterativa de productos y componentes espaciales ‘customizables’ que permitan escalar la fase de desarrollo en los clientes, al igual que modelos de trabajo en modo Garage donde la ‘co-creación’ con los clientes es la piedra angular de cualquier desarrollo.

Después de todo lo dicho, parece que hoy sí tenemos los building blocks suficientes para dar el paso al Metaverso, y como en todo lego, lo apasionante es que cada uno podemos construir una figura totalmente distinta y que cada vez tendremos nuevas piezas que nos permitirán evolucionar constantemente lo que construyamos.

La pregunta por tanto es… ¿tienes ya claro por donde quieres empezar?

Luis Gajate, Account Partner at IBM Consulting y miembro del Grupo de telecomunicaciones de Autelsi.