Si se empieza a hablar de contabilidad pública y privada, de presupuestos y de parámetros de ejecución presupuestaria, el tema no parece tan interesante; pero si lo formulamos como control externo del gasto público de acuerdo a los criterios de eficiencia y buena gestión pública y si tenemos en cuenta que el gasto público supone casi la mitad del Producto Interior Bruto español -y en concreto las pensiones un 39% del total- seguramente nos interese a todos.

Esa es justamente la función del Tribunal de Cuentas, órgano de control externo reconocido en la Constitución Española que se configura como el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del sector público, sin perjuicio de su función jurisdiccional encaminada al enjuiciamiento de la responsabilidad contable en que incurran quienes tengan a su cargo el manejo de fondos públicos.

Para el desempeño de esta función, el Tribunal de Cuentas recibe anualmente información de ejecución presupuestaria y de contratación de todo el sector público, esto es, los tres niveles administrativos de nuestro país y adicionalmente la llamada administración institucional, tal como fundaciones, empresas públicas y otras entidades de derecho público.

Procesar anualmente esta ingente cantidad de información del Sector Público requiere sistemas TIC muy especializados, de alta calidad y capaces de gestionar informaciones de muy distinta naturaleza. Algunos ejemplos ilustrarán esta complejidad: la contabilidad pública está fuertemente estructurada y normalizada y se formula en ficheros XBRL regulados para todo el Estado, pero sin embargo la contratación pública por su naturaleza (RFPs y ofertas) son documentos no estructurados redactados en lenguaje natural.

Un instrumento esencial dentro de esta labor de control externo de las cuentas públicas son las auditorías del Plan Anual de Fiscalizaciones, que se realizan por auditores especializados para comprobar el sometimiento de la actividad económico-financiera del sector público a los principios de legalidad, eficacia, eficiencia y economía, así como, a otros de buena gestión.

Para llevar a cabo estas fiscalizaciones se ha desarrollado el sistema FISCALICEX, un software con algunas características que lo hacen singular. En primer lugar, se trata de un software diseñado para gestionar indistintamente diversos tipos de informaciones, tal como información confidencial remitida por los organismos auditados y que se almacena de forma cifrada, información masiva correspondiente a las grandes de bases de datos de las Administraciones Públicas, información fuertemente estructurada según las Normas Técnicas de Auditoría, información normalizada según el Esquema Nacional de Interoperabilidad e información de archivo.

En segundo lugar, se trata de un sistema de alta seguridad, por su importancia auditado por el Centro Criptológico Nacional y basado en principios tales como la segregación de funciones, control de toda la documentación mediante códigos hash y un estricto control de los usuarios, sus permisos y un registro de operaciones.

Y en tercer lugar, FISCALICEX se trata de una ejemplo de colaboración interadministrativa en el Estado puesto que su diseño se ha realizado de forma colegiada con los órganos de control externo de las CCAA (los llamados OCEX o cámaras de cuentas autonómicas) con metodologías ágiles y con los últimos frameworks de desarrollo y que es posible instalar tanto en un datacenter como en una nube en modo multitenant.

En resumen, FISCALICEX se trata de un ejemplo de cómo las tecnologías de la información pueden hacer más valiosa la labor del factor humano (en este caso de los auditores de cuentas y técnicos de auditoría), siempre bajo el principio de que se trata de un sistema de apoyo y que en última instancia será el especialista quien interprete las situaciones y tome las decisiones que corresponda.

Hay pocas cosas tan gratificantes para un ciudadano como saber que los fondos públicos del Estado se emplean en políticas públicas que nos benefician a todos y que las tecnologías de la información juegan un papel esencial en esta labor.

Carlos Maza Frechin,  Director de Digitalización y Tecnologías de la Información del Tribunal de Cuentas, miembro del Grupo IA de AUTELSI